miércoles, 3 de diciembre de 2008

Quemar después de leer (1)

Quemar después de leer (1)

¿Habéis ido alguna vez a Friday's?
Mi primo iría con tal de ahogar una buena depresión en salsa barbacoa y Coca-Cola helada. Not my case. Yo fui a escribir poesía. Al menos a eso iba desde hacía dos semanas. Adoro ese lugar, bueno lo adoraba. Es como descansar junto a titanes, si vas a la hora del almuerzo. La luz te baña a ti a través de la ventana y al mismo tiempo el coloso Bernabeú duerme su siesta.

Eso hasta que un día entras, la camarera te dirige hacia una de las mesas con ventana donde encuentras una servilleta que algún nenuco debió recoger, pero no lo hizo. Una servilleta que lo jode todo.

"If you fuck me over, you're dead. Sunday 13th, 8.oo".

Lo curioso es que mientras imaginaba todo lo que aquel mensaje podía significar, no podía despegar la vista de aquella servilleta. Fue entonces cuando leí la segunda parte del mensaje que esa servilleta llevaba y comprendí que el destino no carece de cierta ironía:

"Everybody looks forward to Friday's"

Cuando terminé de reírme, levanté la vista al mismo tiempo que el camarero me traía la Coca-Cola. Le pagué tres euros, me gusta pagar antes, así te puedes ir cuando quieras sin esperar a que Noséquién deje de charlar y venga a cobrarte.

"¿Sabe si se ha ido ya el que se sentaba aquí?" le pregunté. "Creo que está en el baño, ¿por qué? ¿olvidó algo?".

No iba a despositar un bombazo así en un camarero que ni siquiera limpiaba las mesas de servilletas. Fui al baño. No había nadie salvo yo, tres puertas abiertas y una cerrada. Me agaché como había hecho tantas otras veces para comprobar si había alguien. La verdad no esperaba ver a nadie, o al menos esperaba ver unos zapatos, unas botas... ¡cualquier cosa, menos eso!



Sí, era un tatuaje.
Antes de oír mis pensamientos, escuché la cadena y salí corriendo del servicio de caballeros. Ya no tenía ganas de escribir poesía. Salí corriendo del Friday's. Me encendí un piti (que había pedido antes del Friday's) y comencé a subir ya más tranquilo la cuesta de Concha Espina.

¿1988? ¿Desde cuándo movían drogas los nazis de Bernabeu? ¿Qué hacía un nazi inglés en Bernabeu pasando droga? ¿Qué tenía que ver el jabón con todo aquello?

Tenía todo lo que ofrecía un folletín de detectives: nazis, un tatuaje, una servilleta con indicaciones precisas sobre una reunión... Me sorprendió que todo eso ocurriera tan cerca de mí. Sabía que ocurría, había visto documentales, reportajes y los bodrios aquellos de Callejeros, pero ¿en mi mesa?
Le comencé a dar vueltas a todo eso y me di cuenta de que la droga, los nazis, las bandas y el contrabando no eran cuentos chinos del tubo catódico. Nos rodeaban y eran tan parte o más de nuestra sociedad como el sombrero, la bota o el perro del Monopoly. Decidí investigar, caminar con los ojos abiertos y encontrar una relación a todo esto. Pensar siempre lo peor y ver más allá de lo que me contaban. Pero todo eso lo haría mañana. Hoy bastaba. No sé cómo, pero justo me di cuenta de que me había marchado sin beberme aquella Coca-Cola.

Ahora ya sabéis en qué gastaría yo tres euros.

Continuará...

Carlos Gutiérrez

4 comentarios:

El Comediante dijo...

Playing to rock-and-rolled detectives, Pete?

Grant dijo...

puto carlos. un saludo.

grant.

Singularidad Cósmica dijo...

Más o menos.

Nahus dijo...

Yeah yeah...